La historia del bienestar en la empresa se remonta a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando algunos empresarios comenzaron a preocuparse por mejorar las condiciones de trabajo de sus empleados. A medida que la industrialización avanzaba y las fábricas crecían en tamaño y complejidad, surgió la necesidad de mejorar la productividad y reducir el absentismo y la rotación de personal.
En la década de 1930, durante la Gran Depresión, el gobierno federal de los Estados Unidos promulgó leyes que establecían normas para el trabajo, la seguridad y la salud en el lugar de trabajo. Esto llevó a un aumento en la atención a la salud y la seguridad en el lugar de trabajo, y muchas empresas comenzaron a establecer programas de atención médica y seguro para sus colaboradores.
Durante el siglo XX Chile experimentó cambios significativos en las condiciones de trabajo, pasando de una economía agrícola a una industrial. Durante las primeras décadas del siglo, las condiciones de trabajo eran extremadamente precarias, con salarios bajos, largas jornadas de trabajo y pocas protecciones para los colaboradores, causando problemas de salud física y mental.
En 1931 se promulgó el Código del Trabajo, que establece ciertos derechos para los trabajadores, incluyendo la jornada laboral de ocho horas, el derecho a la huelga y la organización sindical. Sin embargo, la aplicación de estas leyes no fue uniforme y los trabajadores continuaron enfrentando dificultades para obtener condiciones laborales justas.
Durante la década de 1960, la economía chilena experimentó un auge, lo que llevó a mejoras en las condiciones de trabajo para algunos colaboradores, particularmente aquellos en la industria manufacturera y en la minería. Sin embargo, estos avances fueron desiguales y muchos trabajadores continuaron enfrentando bajos salarios, largas horas de trabajo y falta de protección laboral.
Durante los años 60s y 70s, la atención se desplazó hacia la mejora de las relaciones laborales y la promoción de la participación de los trabajadores en la toma de decisiones. Las empresas comenzaron a establecer comités de bienestar y a involucrar a los trabajadores en la planificación y ejecución de programas de bienestar.
Con Augusto Pinochet (1973-1990) se implementaron políticas económicas neoliberales que llevaron a la privatización de empresas estatales y la liberalización del mercado laboral. Esto generó ciertos conflictos y como consecuencia, se eliminaron algunas protecciones laborales y reducción de los derechos sindicales.
Aunque el retorno a la democracia en 1990 trajo consigo algunos cambios positivos en las condiciones de trabajo, las desigualdades laborales y salariales continúan siendo un problema importante en Chile.
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En las últimas décadas, los programas de bienestar en la empresa en Chile han evolucionado para incluir un enfoque en la salud y el bienestar mental de los colaboradores, la promoción de estilos de vida saludables y la inclusión de la diversidad y la equidad en el lugar de trabajo.
Las empresas han comenzado a ofrecer programas de capacitación y desarrollo de habilidades para ayudar a sus trabajadores a mejorar sus habilidades y aumentar sus oportunidades de carrera. Todo esto se debe a que las organizaciones se dieron cuenta de la importancia del bienestar y salud laboral de sus colaboradores.
Y no sólo eso, también muchos programas están enfocados en contribuir al bienestar y ayudar a sus colaboradores a enfrentar el estrés de marzo, a hacer pausas activas, a evitar que sufran de burnout laboral. Pero también a apoyarlos en su vida personal, con diversos beneficios como por ejemplo, horario flexible. En resumen, mejorar su calidad de vida, el bienestar físico y mental de cada persona.
Algunas iniciativas de bienestar están enfocadas en mejorar la salud mental y a que los colaboradores tengan beneficios asociados al descanso para, en parte, potenciar su productividad.
La historia del bienestar en la empresa en Chile ha evolucionado a lo largo del tiempo, desde el enfoque inicial en el bienestar social hasta cuidar la salud mental l de los colaboradores, la promoción de estilos de vida saludables, mejorar el clima laboral y la inclusión de la diversidad y la equidad en el lugar de trabajo.
Hoy es tarea del área de Recursos Humanos, pero también de toda la empresa, de apuntar a elevar el nivel de bienestar en el entorno laboral y personal de sus colaboradores.