Trabajar cinco horas menos a la semana y asegurar el mismo sueldo parece una utopía en esta parte del mundo, pero hay países en Europa donde es una realidad y funciona bien. ¿Cómo nos preparamos para la jornada laboral de 40 horas semanales en Chile?
1.734 horas al año es lo que se trabaja en promedio, de acuerdo al ranking de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Los que más trabajan son los mexicanos, con 2.148 horas al año mientras Chile promedia 1.941 horas al año por persona.
Es por esto que se está trabajando en un proyecto de ley de reducción de la jornada de 45 horas semanales a 40, con el fin de mejorar la calidad de vida de los colaboradores. Esta ley, si bien busca reducir la cantidad de horas que trabaja una persona, conlleva también otros aspectos positivos como mejorar la productividad y la eficiencia en el trabajo.
En cambio, en naciones como Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Suiza, Alemania y Australia se trabaja menos horas semanales. Por ejemplo, en Dinamarca el límite semanal es de 48 horas (incluyendo horas extra), pero la mayor parte de los contratos fijan una semana de 37 horas para jornadas laborales completas.
Alemania promedia 1.363 horas laborales al año y estamos hablando de algunos de los países más productivos del mundo.
Para comprender esto hay que decir que Alemania es un país sumamente productivo y esa es una de las claves para ser un país referente cuando de calidad de vida se trata.
En resumen y al hueso: los germanos no usan Instagram en la oficina ni cuchichean sobre sus asuntos privados. Tampoco se toman dos horas para almorzar. Las horas de trabajo son horas de trabajo. Son puntuales, se enfocan en sus tareas y, como resultado, son productivos.
Los alemanes son conocidos por ser directos y en el trabajo esto no es una excepción. Los trabajadores se comunican directamente con sus superiores, sin intermediarios, ahorrando tiempo, malentendidos y todos los contras de un proceso comunicativo que pasa por muchas personas.
Los alemanes tienen tiempo para hacer deporte, aprender idiomas, tener hobbies y dedicarse a la familia y los amigos. Y eso se debe al énfasis que se le da a su bienestar personal. Si envías un correo fuera del horario de la jornada laboral, no esperes que un alemán te conteste. Tendrás que esperar hasta el día siguiente.
Además, el fuero maternal y paternal tiene una duración de 14 meses que se sustentan con un salario del 67% de su sueldo, proporcionado por el Estado. Tanto padres y madres pueden ausentarse de su trabajo durante 3 años (de forma no remunerada), con la posibilidad de reincorporarse al mundo laboral posteriormente.
Islandia lleva probando la reducción de la semana laboral desde hace 4 años, lo que según expertos, ha sido un "éxito abrumador".
El informe publicado por el grupo de reflexión Autonomy y la organización de investigación Association for Sustainable Democracy (Alda) demostró que este cambio, de 40 horas a 35 o 36 horas de trabajo por el mismo salario, mejora el bienestar de los trabajadores y sus condiciones de vida, y no significó un descenso de la productividad.
Según los resultados, al trabajar menos horas, las personas se sintieron con más energía, menos estresadas, destinan más horas a hacer ejercicio y a la vida social, repercutiendo positivamente en su desempeño laboral.
En Chile reducir la jornada laboral más que un sueño, parece una realidad.
Sobre esta iniciativa, quienes han impulsado este proyecto de ley, aseguran que pasar de una jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, apunta a mejorar la salud mental y el tiempo familiar, mejorando las condiciones de trabajo y de vida del colaborador, estimulando un mayor compromiso de los trabajadores con la empresa y viceversa.
Según un artículo de CNN Chile, un análisis de la empresa de reclutamiento Page Personnel señaló que los trabajadores chilenos pierden, en promedio, unos 60 minutos al día sacando la vuelta, especialmente después de almorzar.
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La reducción de la jornada laboral en Chile presenta una lista de desafíos tanto para las empresas como para los trabajadores, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿estamos preparados para asumir con eficiencia una reducción de la jornada laboral?
Según Carolina Feliú, psicóloga laboral del grupo It Talent, sí.
“Para facilitar el proceso, el empleador deberá diseñar o adoptar metodologías de control más eficientes, donde queden realmente claras las metas y obligaciones de los colaboradores de manera diaria, semanal y mensual”.
Para Carolina Feliú, planificar, ejecutar de manera más eficiente, solucionar errores u nuevas metodologías de trabajo. Además, cree que es necesaria una capacitación previa para dar a conocer los nuevos procesos y/o tecnologías.
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