Las personas tóxicas son verdaderos obstáculos para un ambiente de trabajo productivo y saludable. Pueden contaminar e incluso cambiar el estado de ánimo de todo un equipo. Todos los conocemos. Son esos bullies que acusan, amenazan, molestan, avergüenzan, alzan la voz, se burlan, hacen berrinches. A veces puede ser un compañero de trabajo tóxico, pero también puede ser un jefe.
Pero, ¿cómo manejarlos? ¿Ignorarlos o enfrentarlos?¿Cómo lidiar con su comportamiento tóxico si la gerencia hace la vista gorda?
Sigal Barsade, investigadora y profesora en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania descubrió que los grupos captan emociones y que el mal o el buen humor de un miembro contagia al resto del equipo de manera significativa. Es más, los grupos desarrollan emociones comunes, llamadas afecto de grupo. Por lo que , tal como dice el popular dicho, una manzana podrida puede estropear todo el cajón.
Aquí hay algunas estrategias a considerar para lidiar con esa persona tóxica en el trabajo.
La toxicidad de otras personas no se trata de ti, se trata de ellos. Pero lo más recomendable es no darles demasiada atención porque eso solo aumenta su poder sobre ti.
Como menciona Larry Kim en Inc., tienes que distanciarte emocionalmente de las personas tóxicas: “Deja de darles espacio. Esto es increíblemente difícil, pero terminas saboteando tus esfuerzos si te obsesionas con lo que está haciendo otra persona o lo que podría hacer a continuación. Piensas demasiado en tus decisiones y consideras sus comentarios incluso antes de que te los ofrezcan (o te los impongan)”.
El psiquiatra Mark Goulston, autor de Talking to Crazy: How to Deal with the Irrational and Impossible People in Your Life, asegura que las personas tóxicas actúan de manera irracional porque creen que eso les ayudará a lograr una meta.
Goulston argumenta que las personas irracionales “creen que si pueden manipular a alguien o abrumarlo, la otra persona no le pedirá que haga algo que no quiere hacer o no lo hará responsable”.
Pero, ¿cómo lidiar con este comportamiento irracional? Intentando entender por qué actúan de esa manera. Entablar un diálogo con la persona y escuchar lo que realmente le molesta es una excelente manera de gestionarlo y entender, de cierta forma, su toxicidad y necesidad de generar conflicto.
Es importante decidir lo que puedes tolerar y lo que no. Es mejor hacerlo con la cabeza fría, cuando puedes ser más lógico.
Según el Dr. Travis Bradberry, coautor de Inteligencia emocional 2.0, trazar una línea, en particular con los quejosos, es crucial. “Una excelente manera de establecer límites es preguntar a los que se quejan cómo pretenden solucionar el problema. Se calmarán o redirigirán la conversación en una dirección productiva”.
A veces simplemente no podemos lidiar con este tipo de personas tóxicas en el ámbito laboral por nuestra cuenta y necesitamos recurrir a nuestros superiores o a Recursos Humanos. Si exponemos el caso como un problema que afecta negativamente al equipo o la empresa, seguramente tendremos más atención y posibles soluciones.
Si no se controla la situación, la moral de todo un equipo puede dañarse.
¿Y qué pasa si la persona que tiene actitudes tóxicas en el ambiente laboral es el jefe? Puede que sea demasiado exigente, esté microgestionando todo el tiempo, o tenga repentinos cambios de humor y actitud, entre otros. En este caso, se complican las cosas y es necesario que Recursos Humanos se involucre, de lo contrario, el colaborador afectado podría ver mermada su bienestar y salud mental.
El área de Recursos Humanos debe velar por la seguridad y bienestar de los trabajadores de la empresa. Aquí compartimos algunas recomendaciones para lidiar con personas tóxicas en el trabajo:
Los colaboradores necesitan tener una vía para denunciar situaciones de acoso. El equipo debe sentir la libertad de poder comunicar su descontento con sus compañeros y/o jefes.
Pon atención a cómo el resto del equipo interactúa con la persona que supuestamente tiene comportamientos tóxicos. También fíjate si son actitudes que se repiten habitualmente, así podrás justificar una conversación con este trabajador y, eventualmente, aplicar una sanción disciplinaria.
Premia y valora a los buenos trabajadores. Es una manera de incentivar el compañerismo y la confianza dentro de los equipos, dejando poco espacio para que surjan situaciones y actitudes tóxicas.
En resumen, una estrategia para lidiar con personas tóxicas en el trabajo es propiciar un entorno lo suficientemente agradable para que no surjan esas situaciones. Pero, si ya existen, hay que ponerles ojo y siempre tomar acciones que vayan en beneficio del ambiente laboral y todo el equipo.