Actualizado febrero 2021
Un buen clima laboral favorece el logro de las metas establecidas para el equipo de trabajo y reduce situaciones conflictivas que puedan afectar a un método de gestión fluido.
Frente a esto, es necesario definir una estrategia de motivación para los colaboradores, que sea monitoreada constantemente por recursos humanos y los líderes del equipo de trabajo, con el objetivo de mejorar las condiciones laborales de todo el entorno.
Para lograrlo de manera orgánica, te mostramos cinco claves que puedes aplicar para obtener un clima laboral favorable:
Respeto
Un lenguaje que fomenta el respeto y el profesionalismo ayudará a crear mejores relaciones entre los colaboradores y también con sus empleadores. Esto genera un ambiente laboral distendido, armonía en el equipo y mejora la productividad.
Lugar de trabajo
El entorno laboral donde se desempeña el trabajo diario debe contar con las condiciones adecuadas ya que es donde los colaboradores pasan gran parte de su día.
Buena iluminación, distribución, definición e higiene del lugar de trabajo, permitirán a los colaboradores mantener un rendimiento que alcance todo su potencial y una sensación de bienestar.
Horarios
Mayor flexibilidad en la jornada laboral ayuda a la conciliación familiar y vida personal de los colaboradores. Además, es un gesto que será valorado y agradecido por el equipo completo. Opciones como el teletrabajo o los lineamientos por metas en vez de horarios, son acciones que darán más autonomía a los trabajadores.
Team Building
Realizar actividades en grupo, externas al lugar y horarios de trabajo, refuerza el concepto de compañerismo y equipo. Además de fomentar un clima laboral positivo y libre de estrés, alimenta la motivación laboral.
Organización
Establecer de antemano y en colaboración con todo el equipo de trabajo, los protocolos y procedimientos por los cuales se regirá la metodología de las labores diarias. Esta es una forma de facilitar el cumplimiento de los objetivos, la toma de decisiones importantes y de fomentar un buen clima laboral y organizacional que gestione apropiadamente las crisis que eventualmente pudieran surgir.
Trabajar estos puntos de manera constante y siempre con feedback por parte del equipo de trabajo, es la clave para lograr un buen ambiente laboral que fomente las buenas prácticas y mejore la productividad del equipo.
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